Luz

Y porqué no podrías ser un reflejo del agua en el cielo, porqué no podrías ser un sueño que escapa del caos del mundo moderno, porqué no podrías ser el sol que brilla con tal sopor, porqué no podrías ser el antifaz en ese escuro disfraz, porqué no podrías bajar y con tu belleza hasta al más lucido cegar, porqué tienes que estar allá arriba donde solo locos te pueden alcanzar.

Espectador

Atrapado en el gran esquema se hunde en su pequeño mundo, es casi inconciente de lo que sucede a su alrededor, sin vacilar levanta su cabeza y, entre ladrillos y gritos observa como la luna reniega al amor del borracho, observa como una densa nube envuelve celosamente la noche, y de a pocos la triste noche deja caer pequeñas lagrimas, lagrimas de decepción por ver como la sociedad se destruye a si misma en la monotonía, de ver como solo aquel loco es el que se detiene a observar su innegable sufrimiento.

Pluma

Arrumada por la costumbre, supeditada a una dirección, con un solo propósito y así desechable, en su letargo de inutilidad es por fin libre y capaz de vagar por el amplio espacio, capaz de rozar nubes y estrellas, despeinada por una suave brisa, descartada por su vejez, tal como el hombre crece y se desperdicia, tal es una pluma que solo busca poder recorrer el cielo sin tener un rumbo fijo, sin tener una función especial, sin tener un destino seguro, libre tal y como lo es el ave cuando la lleva, libre tal y como el viento se permite arrastrarla lejos a donde alcance a acariciar la luna.

Luna

Todo ser carente de emoción, encuentra en la oscura penumbra una solitaria dama, siempre dispuesta, seguidora de aquel que camina, inspiración de aquel que piensa, dama incansable, de movimiento tasiturno y siempre constante, dormida un tiempo y de lento despertar, despierta un tiempo, buscando a quien amar, para ti hermosa, eterna compañia, luz de muchos ojos, inspiración de todo loco.

Fantasmas

Alumbrado por una gran sombra, puede ver todo lo real, lo hermoso de la vida, donde toda intención es posible y cada sueño tan palpable como el aire, allí donde las estrellas cantan baladas a las almas en pena, el ve una imagen horrorizante, algo tan tenue, que, con desprecio lo observa y sin prestarle mucha atención sigue caminando, así se atiborra su pequeña sombra de innumerables animas vagantes, almas corrompidas por la sociedad que prefieren evitar el contacto con un alegre loco, que sueña con su hermosa realidad.